Cómo vivían los neandertales en el centro de la Península Ibérica

neandertales

Hace más de 100.000 años, grupos de neandertales habitaron lo que hoy conocemos como el centro de la Península Ibérica. Muy lejos de ser seres primitivos sin organización, estos homínidos desarrollaron formas complejas de adaptación al medio, dominaron técnicas de caza, fabricaron herramientas especializadas y aprovecharon los recursos naturales de su entorno para sobrevivir durante milenios. Gracias a los descubrimientos arqueológicos, especialmente en yacimientos cerca de Madrid, hoy podemos reconstruir parte de su historia y comprender mejor su modo de vida.

Un entorno duro, pero estratégico

Durante el Paleolítico medio, el clima de la Península era más frío y húmedo que el actual. Los paisajes del centro peninsular estaban dominados por bosques de coníferas, grandes praderas y ríos caudalosos. En ese entorno, los neandertales encontraron un territorio estratégico para establecer sus asentamientos: abundancia de agua, fauna diversa para la caza, cuevas naturales y afloramientos rocosos ideales para fabricar útiles de piedra.

Lejos de ser nómadas desorganizados, los grupos neandertales planificaban sus desplazamientos según las estaciones y los recursos disponibles. Habitaban cuevas, abrigos rocosos y campamentos al aire libre, donde realizaban actividades domésticas como el procesado de carne, la talla de herramientas o el curtido de pieles.

Tecnología y cultura material

Los útiles de piedra encontrados en los yacimientos del centro peninsular, especialmente los del sistema montañoso central, muestran un dominio avanzado de la tecnología lítica musteriense. Hachas de mano, raederas, puntas y cuchillos eran elaborados mediante técnicas de talla controlada, y cada forma tenía una función específica.

Además, la presencia de hogares, zonas de trabajo diferenciadas y restos de fauna seleccionada sugiere una cierta estructuración del espacio y del trabajo. Los neandertales también interactuaban socialmente, cooperaban en la caza y, según algunos hallazgos, pudieron tener prácticas simbólicas o rituales.

Alimentación y estrategias de caza

La dieta de los neandertales era principalmente carnívora, aunque también incluía vegetales silvestres. Cazaban grandes mamíferos como ciervos, caballos, uros o bisontes, utilizando estrategias en grupo y aprovechando la geografía para acorralar a sus presas.

neandertales cazando

Los restos óseos encontrados muestran marcas de corte y fracturas intencionadas para extraer médula, lo que evidencia una explotación completa del animal. Esta capacidad de organización fue clave para su supervivencia en un entorno cambiante y, a veces, hostil.

El Valle de los Neandertales: siete yacimientos clave cerca de Madrid

Uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del centro peninsular se encuentra en el Valle Alto del Lozoya, en la Sierra de Guadarrama, cerca de Madrid. Allí, en el entorno del municipio de Pinilla del Valle, se han localizado siete yacimientos paleolíticos de gran relevancia científica. Estos enclaves nos proporcionan una ventana directa al modo de vida de los neandertales en esta región.

1. Cueva del Camino

Descubierta en 1979, fue el primer yacimiento identificado en la zona. Contiene restos de fauna pleistocena y herramientas de piedra, lo que indica una ocupación prolongada.

2. Abrigo de Navalmaíllo

Un gran abrigo rocoso que funcionó como campamento al aire libre. Se han hallado útiles líticos y huesos de animales procesados, evidenciando actividades domésticas y de caza.

3. Cueva de la Buena Pinta

Famosa por el hallazgo de un diente infantil neandertal. Ofrece información valiosa sobre la presencia de núcleos familiares en la zona.

4. Cueva Des-Cubierta

Un espacio singular donde se encontraron restos de animales con marcas posiblemente simbólicas, lo que abre el debate sobre la dimensión cultural de los neandertales.

5. Peña del Portalón

Cercana al abrigo de Navalmaíllo, ha aportado evidencias de actividad humana, con restos faunísticos que complementan la información sobre la dieta y organización social.

6. Navalmaíllo II

Una extensión del abrigo principal, donde continúan los trabajos de excavación y se espera descubrir más información sobre las dinámicas del asentamiento.

7. Cueva Chica

Más pequeña, pero con interés arqueológico por su posible uso estacional o como refugio puntual.

Este conjunto de yacimientos ha sido excavado por un equipo multidisciplinar que ha convertido el valle en un referente europeo para el estudio de los neandertales.

Un legado que sigue vivo

La investigación en torno al Valle de los Neandertales continúa, combinando métodos tradicionales con tecnología de vanguardia como escaneos 3D, análisis de isótopos y dataciones por luminiscencia. Esta labor ha permitido reconstruir escenas de la vida cotidiana de estos homínidos, entender mejor su entorno y valorar su complejidad cultural.

Además, el área se ha abierto al público mediante visitas guiadas y actividades educativas, fomentando la divulgación científica y el respeto por el patrimonio. Así, la historia de los neandertales no solo se conserva, sino que se comparte con las nuevas generaciones.

El legado de los neandertales en la Península Ibérica

Lejos de ser una especie primitiva y limitada, los neandertales demostraron ser seres altamente adaptativos, ingeniosos y profundamente conectados con su entorno. Su presencia en el centro de la Península Ibérica, evidenciada en yacimientos como los del Valle del Lozoya, es un testimonio de su capacidad para sobrevivir y prosperar en condiciones adversas.

Los vestigios que han dejado atrás nos permiten reconstruir aspectos clave de su vida: su dominio de la tecnología lítica, sus estrategias de caza en grupo, su organización social y, posiblemente, su capacidad simbólica y ritual. Cada nuevo hallazgo arqueológico aporta piezas a un rompecabezas que sigue desafiando nuestra percepción de esta especie.

Explorar cómo vivían los neandertales no solo nos ayuda a entender de dónde venimos, sino que también nos invita a reflexionar sobre la evolución de la humanidad, la relación con nuestro entorno y las claves que nos han permitido perdurar como especie. Su historia es, en cierto modo, también la nuestra.